Al sur del país se levanta esta ciudad de más de un millón de habitantes y que desde hace más de un siglo es la capital del país de centroamérica.
La capital de este país es la bella ciudad de Tegucigalpa la cual se encuentra en el centro del territorio Hondureño y pertenece al departamento de Francisco Morazán. Tegucigalpa fue fundada en 1578 por Real Villa de San Miguel de Heredia de Tegucigalpa y esta se encuentra rodeada por montañas y es dividida en dos zonas por el Río Choluteca o Río Grande.
Esta ciudad tiene una área de 751.1 kilómetros cuadrados con una elevación de 990 metros o 3,250 pies sobre el nivel del mar. En el censo del 2009, la población de Tegucigalpa es de 1,086,641 con un total de 1,324,000 incluyendo toda el área metropolitana.
En el corazón de Honduras, se levanta la bella y acogedora ciudad de Tegucigalpa, capital de Honduras, fundada por pobladores que vinieron a trabajar en las minas, el 29 de septiembre de 1578 con el nombre de “Real de Minas de San Miguel de Heredia, hoy Tegucigalpa”. Rodeada de los altos picachos y unida por redes de carreteras con las principales ciudades del país, sobre el cerro Sapusuca, hoy llamado El Picacho, a cuatro kilómetros del aeropuerto de Toncontín.
Asentada en la falda de El Picacho, a una altura de 3.100 pies o 945 metros sobre el nivel del mar, goza de un maravilloso clima que nunca llega a extremos de desesperante calor ni el insoportable frio, su topografía es muy irregular, sus calles pavimentadas son estrechas y quebradas en algunos sectores, lo que le da un aspecto auténticamente colonial. Tegucigalpa forma con la ciudad de Comayagüela, de la cual esta separada por el rio Grande o Choluteca, la capital de la República.
Tegucigalpa, comenzó a poblarse en la explanada que se extiende desde La Plazuela hacia el lugar donde actualmente se levanta el Palacio Nacional. Esto quiere decir que su limite norte seria la calle de La Ronda; el sur, los Altos de La Hoya y los ríos Choluteca y Oro o Chiquito; al poniente, los <<Naboríos de los indios>> cuya iglesia era la Ermita del Calvario y, al oriente, el mismo barrio La Plazuela. El sector de El Guanacaste comenzó a poblarse a mediados del siglo XVIII, Y La Leona, ya muy entrada la segunda mitad del siglo XIX.
Como en todas las ciudades coloniales, en Tegucigalpa se levantaron las casas de los principales moradores cerca de La Plaza Mayor o de la parroquia. Rozando las faldas del cerro Sapusuca, corría hacia el oeste la calle de La Ronda y una cuadra mas al sur del Convento de San Francisco, siguiendo el mismo rumbo, la Calle de la Amargura que pasa por la iglesia de San Sebastián y termina en los Naboríos. Por su angosto pavimento de puntiagudas y lustrosas piedras azuladas, la otra calle la del Resucitado, corría como ahora paralela al costado norte de la parroquia, mientras la calle de La Plazuela venia desde los actuales Altos de la Moncada.
Una cuadra al sur de la Plaza Mayor estaba el convento y la iglesia de La Merced, cuya placita abundaba en atractivos durante las fiestas que, en honor de la virgen de Mercedes, que organizaban varios gremios de la población y sus alrededores. Sus casas, en su mayoría son construcciones de adobes o de bajareque con cañas y tierra formaban las angostas callejas transversales, las cuales entrada la noche, se poblaban de silenciosos y misteriosos personajes.
En la fiesta patronal dedicada al Santo Patrón San Miguel Arcángel, el día 29 de septiembre de cada año, se quemaba mucha pólvora, y se cantaban los Ave Marías a la puerta de la Iglesia. Los días de semana pasaban muy tranquilos; la mayor parte de la gente estaba en sus “chácaras” o en los “ingenios” de sus minas de oro y plata.
El Paseo del Cerro Juan A. Lainez un verdadero ejemplo de la historia cívica y militar, actualmente es un símbolo inconfundible de Tegucigalpa, con su monumento a La Paz. Es uno de los principales miradores desde donde muchas parejas se reúnen a contemplar el paisaje, se puede ver los cuatro puntos cardinales de la ciudad, también un pulmón ecológico que vale la pena conservar.
El Portico: Cuenta con decoración acorde a los enamorados y a la vez elegante, este restaurante cuenta con un menú que varía de platos nacionales como internacionales, en su bar cuentan con un amplia carta de licores, parejas que gustan de los aromas y sabores de bebidas de cosechas especiales.
La capital de Honduras, Tegucigalpa, es una moderna ciudad en la que aún se pueden encontrar edificios coloniales y habitantes indígenas y habitantes de descendencia europea. En los últimos tiempos (empezando al principio de la década del 1900), hubo una entrada de inmigrantes árabes y chinos, los cuales han dejado un marcado impacto y sus huellas dentro de la ciudad, además es una ciudad que cuenta con un muy agradable clima (21ºC promedio) que brinda la posibilidad de recorrer a pie las maravillas de la ciudad, por donde mire, tendrá la visión de un pasado rico y tumultuoso. Pero de todo lo que hay para ver en Tegucigalpa, nada se compara con la magnificencia de las tantas iglesias antiguas como la de San Miguel Arcángel, la de Los Dolores y la de San Francisco (todas a muy poca distancia a pie la una de la otra), es sin lugar a dudas una ciudad que por su nobleza y humildad sean el destino perfecto para unas vacaciones baratas
Tegucigalpa, que ha dejado de ser un pequeño pueblo, y con una población de aproximadamente un millón de habitantes, es una ciudad que lo que tiene todo, sea su hermosa arquitectura, sus antiguas iglesias, sus artesanías locales, un gratificante paseo sin prisa por los parques nacionales, pero los puntos más interesantes, turísticamente hablando, son el centro histórico, en donde se encuentran los edificios viejos y la mayoría de los museos, la zona viva, que es donde están la mayor parte de los restaurantes, bares y los parques de “La Leona” y “Naciones Unidas” que ofrecen vistas panorámicas de la ciudad y un pulmón verde. Pero sin lugar a dudas el monumento más interesante de visitar es la imagen del Cristo del Picacho, que a pesar de ser de muy reciente creación en 1997 se ha convertido en uno de los íconos de la ciudad, para llegar a él, usted puede visitar el parque del Picacho, en donde encontrará otros monumentos, un pequeño parque zoológico y además una amplia y verde área que es la preferida de sus habitantes, todo esto y debido al tamaño, ubicación y hoteles al alcance del bolsillo Tegucigalpa es una ciudad para visitar, conocer y disfrutar de unas verdaderas vacaciones baratas.
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